jueves, 15 de noviembre de 2012

Como lluvia de polen

Descansando, a la sombra del avellano que tengo en frente, veo el sol tibio de la primavera haciendo resplandecer todas las cosas.
Por algún motivo los sonidos se hicieron muy claros y las imágenes muy definidas, muy contrastantes.
Llegaba esa sensación que parece de otro mundo, esa sensación que lo altera todo, que lo pone todo en orden.

Al tiempo mismo de percatarme, comenzó una especie de nevada, era una llovizna de polen.
Se veían como granos de plata brillando al sol, cayendo suavemente, casi sin peso.

Algo en mí debió sentir curiosidad por su origen, porque me sentí flotar y danzamos:
Ellos caían... yo ascendía.


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