Hoy salgo de un sopor (uno más de tantos). Del mundo
habitual quito la mente, del sueño me despierto aún con los símbolos y palabras
para poder describirlos.
Abro los ojos y sólo veo tres cosas: los objetos, lo que se
hace con ellos (la acción) y la intención con que se hace.
Antes de que nos pueda corresponder el CUARTO REINO DE LA
NATURALEZA a los seres humanos, entre otras cosas, deberíamos ganar la INTENCION.
Cuando además de no tener intención, tampoco tenía la fuerza
suficiente para actuar por mi mismo, todo me salía bien.
Cuando tuve la fuerza de contradecir la corriente conocí el
error.
Cuando percibo con suficiente claridad como para arriesgar a
hacer dentro de mi categoría y no más allá, sólo debo esperar el momento
adecuado y todo sale bien.
Conforme pasa el tiempo el círculo de lo que puedo hacer sin
intención es mayor y los plazos de espera más cortos...pero cada vez queda
menos de mi y me voy convirtiendo en alguien que desconozco.
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